domingo, 12 de octubre de 2008

La Magia de un Creador


TALENTO Y MODESTIA
(Horacio Salgán)




El 15 de junio de 1916 venía al mundo, para fortuna del tango, uno de sus grandes renovadores, HORACIO SALGÁN. Contrabajista y saxofonista, además de actuar profesionalmente en calidad de pianista, se inició como integrante de varias agrupaciones, entre ellas la de Elvino Vardaro y Roberto Firpo. En 1944 conformó su orquesta inicial, por la que pasaron voces como las de Jorge Durán, Oscar Serpa y Edmundo Rivero.
En 1957, ya disuelta esta formación, optó por un brevísimo conjunto, que se completaba con la guitarra de Ubaldo de Lío. En 1960 se les sumaron Laurenz, Francini y Ferro –luego reemplazado por Del Bagno- para constituir el Quinteto Real.
Acerca de su estilo interpretativo de marcada tendencia renovadora, nos informó “Yo llegué a tener un lenguaje, que apareció como cierta manera diferente, sin proponérmelo. El amor que le tengo a la música hizo que no me haya acercado al tango con la idea de cambiarlo. Mi lenguaje apareció como algo distinto, personal, pero sin que yo me haya propuesto semejante cosa”.
En su faz de compositor, Salgán ha dado una basta obra, algunos de esos títulos son ya clásicos del género: “A fuego Lento”, “Don Agustín Bardi”, “Grillito”, “Tango del Eco”, “La llamo Silbando”, etcétera.
A propósito de sus inspiradas melodías, nos ha señalado: “Dios me provee de algunas ideas que recibo modestamente y las escribo como puedo. Para mí, todo lo que es inspiración llega de otra parte, no de uno mismo”.
Talentosísimo músico, Horacio Salgan exhibe, por otra parte, una increíble modestia, que es precisamente la modestia de los grandes.


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