domingo, 27 de febrero de 2011

El Varon del Tango, Cantor, Actor y Poeta

JULIO SOSA
(2 de Febrero de 1926 –† 26 de Noviembre de 1964)

Julio María Sosa Venturini, nació en la localidad de Las Piedras, departamento de Canelones, Uruguay, el 2 de febrero de 1926, en el matrimonio formado por Luciano Sosa, peón rural, y Ana María Venturini, lavandera. "El padre fue analfabeto y la madre, sirvienta", siempre contaba y para que no queden dudas, siempre agregaba: "Cuando debuté en Buenos Aires, me tuvieron que prestar un traje".
De ese modo, ejerció las más diversas ocupaciones: ayudante de mercachifle, vendedor ambulante de bizcochos, podador municipal de árboles, lavador de vagones, repartidor de farmacia, marinero de segunda en la aviación naval...Pero sus ambiciones eran otras. Se trasladó luego a Montevideo, para cantar con las de Hugo Di Carlo, Epifanio Chaín, Edelmiro "Toto" D'Amario y Luis Caruso. Con esta última, llegó al disco, donde dejó cinco interpretaciones para el sello Sondor en 1948.
En junio del año siguiente, ya estaba en Buenos Aires cantando en cafés, como el Los Andes, de la esquina de Jorge Newbery y Córdoba. También realizó una prueba en la orquesta típica de Joaquín Do Reyes, pero el director consideró que la voz de Sosa era un tanto dura para el estilo interpretativo de su agrupación.En agosto, lo descubrió el letrista Raúl Hormaza, que no demoró en acercarlo a Enrique Mario Francini y Armando Pontier, que andaban con ganas de sumar un nuevo cantor al que ya tenían en su típica, Alberto Podestá. De ganar veinte pesos por noche en el café, pasó a los mil doscientos mensuales con Francini-Pontier.

Monumento al Varon del Tango en Las Piedras (R.O. del Uruguay)


En junio de 1955 ingresó en la de Armando Pontier y registró sus grabaciones en Victor y Columbia. La gayola, ¡Quién hubiera dicho!, Padrino pelao, Martingala, Abuelito, Camouflage, Enfundá la mandolina, Tengo miedo, Cambalache, Brindis de sangre o No te apures, Carablanca fueron algunos de sus clásicos en esa etapa en que el éxito estaba ya completamente de su parte.
En 1958, contrajo un nuevo matrimonio, con Nora Edith Ulfed, con la que tuvo una hija, Ana María. Ya separado, reincidió, con Susana "Beba" Merighi, su compañera hasta el fin de sus días.
En 1960 reveló su otro aspecto artístico, el de poeta, con la publicación de un único libro, "Dos horas antes del alba". También incursionó en la letra tanguera con una muestra Seis años, que lleva música de Edelmiro D'Amario. A comienzos de 1960, se desvinculó de Pontier decidido a iniciar su etapa de solista. Convocó, entonces, al bandoneonista Leopoldo Federico para que organizara su orquesta acompañante.

El periodista Ricardo Gaspari, titular del departamento de prensa y promoción de la grabadora, lo bautizó "El varón del Tango" y de igual modo tituló a su primer larga duración. Sólo había un inconveniente, enfrentarse al poderoso auge de la denominada "Nueva 0la", el show business de turno, con el que se venían cercenando nuestras raíces culturales en la juventud de la época.

Julio Maria Sosa

Ese enfrentamiento con "La Nueva Ola" se representó a la perfección en la escena que protagonizó para la película "Buenas noches, Buenos Aires" (1964), en la que entonó y bailó con Beba Bidart El firulete, ante unos jóvenes "twisteros" que terminaban por pasarse a los cortes y quebradas.
La realidad no estaba lejos; Sosa logró que una juventud volviera a la música que le pertenecía. Al margen del tango y la poesía, Sosa tuvo otra pasión los automóviles. Fue propietario de un Isetta, un De Carlo 700 y un DKW modelo Fissore; con los tres terminó por chocar, debido a su gusto desmedido por la velocidad. El tercero resultó fatal. Durante la madrugada del 25 de noviembre de 1964, se llevó por delante una baliza luminosa en la esquina de la avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla (Buenos Aires).

Julio Sosa con su DKW Fissore

El 24 había cantado por radio su último tango, La gayola. El final parecía profético "pa" que no me falten flores cuando esté dentro "el cajón".Julio Sosa fue el último cantor de tango que convocó multitudes. Y en ello, poco importó que casi la mitad de su repertorio fuera idéntico al de Carlos Gardel, aunque también es cierto que interpretó algunos títulos contemporáneos. Posteriormente, dada su temprana muerte, se intentó repetir con él el mito Gardel, pero Sosa no era Gardel la extroversión y la carencia de ternura de su voz lo alejaban del paradigma del cantor de tangos. Dado un momento determinado de su vida, deja de cantar por problemas en su garganta, mientras actuaba en la orquesta de Francisco Rotundo, fue a ver a varios medicos y nadie le dio una solución y por ende, se dedica a escribir un unico libro con todos sus poemas titulado "Dos Horas antes del Alba" publicado el 8 de febrero de 1964, un amigo lo lleva al médico Leon Elkin, este le examina la garganta y observa que tiene muchos polipos, los que con una pistola medicinal logra curarselos, desde ese entonces vuelve al canto y en agradecimiento le regala una medalla de oro que dice: "Padre Elkin que estás en la Tierra".