ORQUESTA TÍPICA BRUNSWICK
Disco Brunswick con el Tango "La Cumparsita" (1931)
La Orquesta Típica Brunswick comenzó su serie (con numeración de discos
a partir del 1801) en la primera mitad del año 1929. Se desconocen las fechas
exactas de los registros reralizados por haberse perdido los documentos de la empresa, pero la
primera publicidad en medios periodísticos data del mes de julio de aquel año, esto ya
permite ubicarla temporalmente, calculando que la grabación debió hacerse por
lo menos dos o tres meses antes
Al principio fue dirigida por el músico Pedro Maffia.
Este bandoneonista vivía por aquella época un período de máxima ocupación y ya estaba grabando con su orquesta propia; no debe sorprender, por ello,
que debido a los múltiples compromisos de Pedro Mario Maffia, la Típica Brunswick
interrumpiese momentáneamente su serie tras haber lanzado sólo dos placas, para
reaparecer otra vez a mediados de 1930 conducida por otro gran director, el pianista Juan
Polito.
La Gran Orquesta Brunswick estando bajo la direccion de Juan Polito, aunque no estuviera
anunciado, el ya la dirigía desde 1930, luego de aquel inicial y fugaz paso
de Maffia.
El repertorio de la Típica Brunswick
incluía entre otras, versiones de temas que eran éxitos por cantantes del mismo sello discográfico. De
los llevados al surco por Agustín Magaldi
(uno de los artistas exclusivo que contaba Brunswick por esos años), la orquesta registró tangos
como ("El
penado 14"), ("Carne y uña"), ("Inspiración")
y ("Arreando"), el fox trot ("Beatriz") y la maxixa
("Pueblito mío"). De la lista de la "Ñata Gaucha", Azucena Maizani
dejó tangos como ser ("Brochazos"), ("Chamuyando") y ("Pensalo,
muchacho").
Aunque predominaban las grabaciones instrumentales, la Típica Brunswick
solía incluir a estribillistas. Por sus filas desfilaron los cantantes Antonio
Rodríguez Lesende, Carlos Viván,
Teófilo Ibáñez y Luis
Díaz (este último cuenta con 23 registros grabados). Todos ellos,
vinculados con el sello grabador por ser vocalistas de otros conjuntos
activos como los de, "Pedro
Maffia", "Ricardo
Brignolo", "Osvaldo
Fresedo" el pibe de La Paternal, "Julio
De Caro", "Edgardo
Donato" y sus muchachos, el dúo "Donato-Zerrillo". A
veces la formación se invertía, encontrandose, por ejemplo, grabaciones de
Luis Díaz con acompañamiento de la Orquesta Típica
Brunswick.
Al igual que en muchas orquestas tipicas de aquellos años, de vez en cuando en la Típica Brunswick
se cometía alguna excentricidad sin mayor trascendencia. Como en el caso de
"Chamuyando", tango de A. Pérez
(disco 1809 del Lado "B"), en donde se puede apreciar la ejecución de un serrucho. O de
un "Se fini", tango de Eugenio Nóbile (disco 1831 lado "A"), cuyo arreglo
presenta un swing bastante distinto al de lo habitual. O en "Quejas de
bandoneón" (disco 1824 lado "A"), que tiene una guitarra hawaiana. Lejos se
estaba de la intención de experimentar con otros sonidos, como lo hacía el maestro Julio De Caro;
en la Típica
Brunswick se pretendía ofrecer alguna variedad entre
disco y disco.
Una de sus mejores registros es el tango
"Raquel", de Osvaldo Donato (disco 1831 lado "A"), que es del año 1931 y
representa suficientemente sus fórmulas, ritmo marcado, piano de presencia constante,
sonido lleno y de notas ligadas, y poca diferencia con otras
orquestas típicas de ese tiempo.
Agrupados bajo la dirección de Juan Polito, puede notarse una
llamativa evolución entre las grabaciones del principio y las del final.
La orquesta también dejó en 1931 un disco de treinta centímetros de
diámetro (disco 8, de numeración distinto al serial) incluyendo en el lado A
el vals "A
su memoria", de Antonio
Sureda y Homero
Manzi, con la voz de Teófilo Ibáñez y en el lado B el tango "La
cumparsita", de Gerardo Hernan Matos
Rodríguez, en su versión instrumental. Sin salirse del estilo propio que tenía la Típica
Brunswick , ambos temas contaron con arreglos más elaborados, en los cuales se
pueden apreciar expresivas introducciones, bellos solos de violín y largas variaciones
de bandoneón.
Sin contar con la prolongada presencia que
tuvieron los conjuntos análogos, ni con la popularidad que por sus cualidades
hubieran merecido, la Típica Brunswick continúa siendo una interesante
referencia para aquellos años de innovación.