(Julio Martel)
Pasar por la plazoleta de Munro que lleva el nombre de JULIO MARTEL es sentir la satisfacción de que, por fin, se le ha rendido el homenaje en vida a una de las grandes voces del tango.
Con el nombre de Julio Harispe, nació el 6 de agosto de 1923. Su debut se produjo como vocalista de la Orquesta Samalvide, en 1939, pero el éxito recién le llegaría cuatro años más tarde, cuando Alfredo De Angelis lo convocó para cantar en su agrupación, compartiendo la faz vocal de la misma con el muy popular Carlos Dante.
En setiembre de aquél 1943 apareció la primera grabación de Martel con De Angelis, el tango “Que Buena es”. Luego vendrían una infinidad de páginas recreadas por su voz comunicativa y particular: “Girón Porteño”, “Rosicler”, “Chorra”, “La Vida me Engañó” y tantas otras. O aquellos inolvidables dúos con su compañero Dante: “Ilusión Azul”, “Del Pasado”, “Pobre Flor”, “Pregonera”...
Los gloriosos bailes en clubes de barrio, sus actuaciones en la popularísima audición radial “Glostora Tango Club” y los discos de Odeón consagraron a Martel como una de las voces que más hondo calaron en el pueblo, allá por los dorados años ´40.
En 1952 se desvinculó de don Alfredo para pasar al conjunto de Oscar Castagnaro. En 1953 protagonizó la película “El Ídolo del Tango” y continuó su labor como solista, hasta que los años lo llevaron a silenciar su canto. De ese modo, no debió competir en desventaja con sus viejas grabaciones, como les ocurre a tantos veteranos cantores.
Hoy, y desde 1992, en la plazoleta de Vélez Sársfield y Fleming, una placa hace justicia a una de las grandes voces del ´40: “El pueblo de Munro a su ídolo popular”. Julio Martel –el lector estará de acuerdo- se lo merece. Fallece el 19 de febrero de 2009 a los 85 años de edad.
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